La noche del miércoles 13 de noviembre de 1985, el cráter Arenas del volcán Nevado del Ruíz, tras llevar un año en actividad, produjo cuatro explosiones – dos simultáneas en la tarde y dos en la noche- que llevaron al descongelamiento de aproximadamente 8% del glacial, generando lahares: mezcla de lodo, tierra, agua y material volcánico (lava y ceniza). Los lahares bajaron por las laderas del nevado y por los ríos que nacen en él, arrasando Armero, un municipio del norte del departamento del Tolima.
De acuerdo con las versiones de los sobrevivientes, recogidas por los diarios El Tiempo y el Espectador, la avalancha entró al municipio a las 11:30 de la noche. Germán Santamaría, enviado especial de El Tiempo, escribió dos días después de la tragedia: “todos quedaron desnudos tanto los vivos como los muertos… y el llanto de los niños y los gritos de los heridos y los quejidos de los moribundos, todo, oh Dios, yace allí, en lo que antes fuera Armero”. La descripción del periodista invita a comprender porqué la desaparición de Armero es considerada la segunda tragedia más grande del mundo en el siglo XX.